Los restos de poda son devueltos al suelo en forma de picadura. Así el suelo mejora su estructura, aumenta el porcentaje de materia orgánica en el mismo, mejora la absorción y retención de agua de lluvia y se reduce de forma considerable la erosión del suelo. Además, la materia orgánica aportada al suelo reduce las dosis necesarias de abonado. Ambas acciones conjuntas, la reducción de la erosión y de aportes de abono, contribuyen a la sostenibilidad de nuestro entorno y a la mejora del medio ambiente. Esta mentalidad, más ecológica y sostenible, hace de nuestros olivares mejores lugares para flora y fauna, una especie de bosque humanizado. De aquí procede nuestro aceite extra virgen ‘Olivar de Plata’.
Fresco y sin filtrar, de Olivar de Plata
Aunque es cierto que en campañas anteriores os hemos ofrecido probar aove sin filtrar, esta cosecha lo hemos afinado mucho más y me interesa que todos aquellos a los que os gusta preocuparos por lo que coméis conozcáis los cambios. Lo que no ha cambiado en absoluto ha...
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