Por desgracia el ozono es tristemente famoso en estos días de pandemia. Sin embargo las propiedades desinfectantes del ozono son ampliamente conocidas y usadas desde hace mucho tiempo en muy diferentes campos, el ozono es utilizado para tratar aguas residuales, pero también para aguas de piscinas, se usa en hostelería para desinfectar los cuchillos de las cocinas, pero también para eliminar los olores de los extractores de cocina, y en alimentaria para desinfectar y desodorizar por ejemplo los camiones que transportan o las cámaras frigoríficas que conservan los alimentos.

Lo primero es contestar, ¿qué es el ozono?. El ozono (O3) es una molécula formada por tres átomos de oxígeno. De forma natural, al disociarse una molécula de oxígeno del aire O2 rápidamente los átomos de oxígeno libres se unen a otra molécula de O2 para formar ozono. De forma natural está presente en nuestra atmósfera en capas superiores formándose la conocida y necesaria capa de ozono.

Y ahora pues explicaros para qué lo utilizamos nosotros. Habíamos oído hablar de distintos usos en agricultura del ozono, sobre todo en invernaderos, para desinfección de suelos, y también de aguas de riego. Nos pusimos en contacto con ZONOSISTEM Ingeniería del ozono SLU que nos estuvieron asesorando y comentando distintas experiencias que habían llevado a cabo en el marco de Jerez tratando viñas contra distintos hongos. Además habían observado cierta acción ovicida y larvicida tambien en los tratamientos con ozono. Y decidimos probar en olivar.

El olivo tiene varios hongos que son causantes de enfermedades e incluso la muerte del propio árbol, el repilo quizás sea el más conocido, es un hongo en la hoja que provoca la defoliación del árbol, el más dañino quizá sea el verticilium que provoca la muerte del olivo. Así mismo, hay plagas como la mosca del olivo, que pone sus huevos en los frutos y provoca la caída de la calidad del caldo obtenido, o el prays, que provoca pérdidas de cosecha por caída del fruto. Compramos un equipo que mediante descargas eléctricas genera ozono a partir una botella de gas oxígeno licuado, lo mezcla con agua y con ella tratamos los olivos. El resultado es ideal, el ozono cumple con su cometido desinfectando y destruyendo hongos, bacterias e incluso algunas larvas o huevos. Se descompone de forma natural en oxígeno, no es residual, no contamina y no afecta a la salud ni al medio ambiente.

Aunque hemos hecho varios tratamientos a lo largo del año, en el vídeo os mostramos el último, de hace dos días o tres, la idea es sencilla, que la aceituna que vamos a recoger ya esté lo más limpia y sana posible para ofreceros un aove excepcional, intentando que al trabajo del año, las podas, el riego, le sumemos la nula utilización de pesticidas y técnicas modernas de cultivo que nos permitan llevar hasta vuestros hogares el mejor virgen extra calidad precio insuperables. Ya estamos preparados, ahora toca recoger el fruto, en unos días estará disponible para probarlo.