Nuestros olivares necesitan alimentarse, y para ello hay que reponer los nutrientes que el olivo necesita para su crecimiento, aquellos que el suelo va perdiendo como consecuencia de la demanda de la plantación.
Como hemos explicado en apartados anteriores en Olivar de Plata apostamos firmemente por la agricultura sostenible, utilizando siempre métodos lo más eficientes y respetuosos posibles. Como podéis observar en el vídeo, utilizamos cubiertas vegetales para la gestión del suelo (la hierba que cubre el centro de las calles del olivar), esta cubierta viva utiliza recursos del suelo para su crecimiento, pero luego, al cortarla devuelve esa materia orgánica al suelo, aportando nutrientes.
También se ven en el suelo restos del olivo (hojas principalmente) y restos de poda triturados, ambos aportes de materia orgánica vuelven al suelo después de haber sido utilizados por el olivar para su crecimiento y fructificación. Ambos sistemas nos permiten ahorrar en dosis de abonado convencional.
De todas formas, algunas veces hay que usar abonos para el correcto equilibrio nutricional de la plantación. Estamos en un momento óptimo para la aportación de abono, algunos pensaréis que es tarde, pues la aceituna ya está en el árbol, y es verdad, este abonado no sirve para esta cosecha, son abonos de liberación lenta cuyo efecto se verá en la próxima primavera. Estos nuevos abonos permiten una liberación prolongada de sus componentes, no se incorporan directa y rápidamente al suelo, sino que lo hacen poco a poco, mejorando la absorción y evitando las pérdidas por lixiviación. Veréis en el vídeo a mi hermano a los mandos del tractor y la abonadora, es una máquina muy sencilla que reparte el abono equitativamente por toda la superficie del olivar. Si os fijáis en las tomas cercanas del suelo, unas pequeñas bolitas verdes.
En las fotos se puedes observar con más detalle el abono en el suelo.
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