Esta nueva entrada al blog tiene un origen sencillo, hace unos días en un bar o restaurante, tuve un pequeño incidente con el propietario a cuenta del aceite de oliva de la tostada, no fue nada del otro mundo, simplemente le sugerí que puesto que el aceite no era de oliva no llamase a la tostada de aceite de oliva (por cierto, un euro con cincuenta céntimos, me gustaría saber cuánto os cobran a vosotros).
Hace ya tiempo que mi mujer, cuando salimos fuera, no pide tostadas con aceite porque dice que siempre acaban decepcionándola. Yo sin embargo, siempre pido aunque ocurra esto, pues hago muchas catas y cursos y me interesa probar aceites distintos, de otros lugares, de otras variedades, me sirve para afinar y mejorar en la cata, pero claro, lo ideal es que fueran por lo menos vírgenes. Total, que la pequeña discusión derivó en el precio del aceite de oliva virgen extra, y aunque más o menos tenía claro que en una única tostada no sería una cosa descomunal en relación a su precio final, la verdad es que no supe seguir, no tenía argumentos y me quedé con la duda, pues no tenía datos suficientes como para saber a ciencia cierta cuánto del precio de la tostada suponía el aceite, y cuanta sería la diferencia de precio entre una tostada con aceite de oliva virgen extra de alta calidad y otra con un aceite ‘malo’.
Así que en la báscula de precisión de nuestra envasadora he pesado una tostada antes y después de añadirle aceite, he calculado lo que vale un gramo de nuestro Primeros días de cosecha, y cuanto valdría un gramo de un aceite normalito (que ni siquiera creo que fuese el de la tostada de la polémica), y por tanto, cuanto supone el aceite en el coste total de la tostada. Podéis verlo aquí, que siempre es mejor una imagen,
Como habéis visto en el vídeo, la diferencia entre usar un aceite excepcional, de alta gama o alta expresión dicen ahora, como es nuestro Primeros días de cosecha, recolectado en verde, con total esmero y dedicación, y un aceite de oliva a secas (ya sabéis de sobra, 90% refinado) es tan sólo de 18 céntimos de euro. He hecho varias pruebas, con distintos tamaños de panes y distintas cantidades de aove, se ve alto en el vídeo, y la diferencia está entre 15 y 25 céntimos para casos digamos extremos.
Estamos hablando de dos aceites entre cuyos precios hay una diferencia de más de 12 euros el litro, y ya os garantizo que si os diesen la posibilidad de elegir, la inmensa mayoría eligiríais un aove bueno aún pagando 20 céntimos más, pues está claro que tanto por sabor como por salud veinte céntimos no son nada. Y también creo que si el lugar pusiera un aove de calidad, no sólo no perdería dinero sino que aumentaría sus clientes.
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