Tradicionalmente este mes se dedicaba a otros cultivos. Es tiempo de siega, por ejemplo, sin embargo las siembras casi han desaparecido de la provincia de Jaén, el olivar lo ocupa todo.
En nuestro caso, al ser nuestros olivares de riego, el trabajo este mes lo dedicamos sobre todo a estar encima del fruto, es bastante común que entre este mes y agosto, la aceituna sufra estrés hídrico, y luego el aceite obtenido de la misma sea desequilibrado. Por tanto, muy pendientes de regar para que esto no ocurra, el fruto madure correctamente y luego Olivar de Plata sea lo que debe ser, un gran virgen extra.
La foto es de un gotero, como su nombre indica, trabaja gota a gota. El hecho de que tengamos que regar no implica que desperdiciemos recursos, y en nuestro caso, por el clima, el agua es un bien escaso y preciado. La próxima entrada que haga a este blog, voy a intentar, con fotos y el máximo detalle posible explicaros cómo regamos, de dónde sacamos el agua, la instalación y la programación del riego.
Cuando regamos, el trabajo consiste en revisar la instalación, que todo se funcione correctamente, los filtros limpios para que el agua no obture los goteros, que cada gotero riegue su correspondiente olivo, pues los goteros que se obturan dejan a su olivo sin riego, que no haya fugas, etc.. y ya de paso pues alguna cosilla más que el olivo necesite.
Hoy, lo que he estado haciendo a la par de revisar el riego es eliminar algunas malas hierbas con la azada, ya lo se, no pega en un blog del siglo XXI una azada, de antes de Cristo, pero aunque no es muy querida, es una herramienta, y no tenemos más remedio que usarla porque la alternativa sería usar herbicidas, y nosotros no queremos químicos en nuestra explotación, y vosotros por supuesto no los queréis en vuestra comida. Así es mejor. En las fotos se ve la zona húmeda del gotero invadida por unas malas hierbas, y en la otra la zona ya limpia de ellas, y la herramienta usada. Como es natural, en verano, al no haber humedad en el suelo, las malas hierbas sólo proliferan en las zonas húmedas por el riego, y tenemos que eliminarlas para evitar la competencia de estas con el olivo por el agua y los nutrientes. En este caso se trata del ‘pepinillo del diablo’, una mala hierba con mala leche, pues dispara, os dejo un vídeo de internet para que veáis lo que os digo.
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